sábado, 3 de diciembre de 2011

A LA BOCA NOOOO…! Parte II

Hola mis queridísimos lectores, espero que hayan disfrutado de la entrada anterior. Tal y como les prometí, ahora hablaremos de la II etapa de la fase oral, de 6 a 24meses. En la primera fase oral encontramos a un bebé cuya principal satisfacción la obtiene con el chupeteo: succión del  seno materno o tetina; entre otros, y es desde los 0 a 6 meses. A partir de los 6 meses esta etapa  va modificándose con la aparición de los primeros dientes, entonces del chupeteo pasa a morder para obtener el placer deseado, no es por casualidad que iniciamos la introducción de alimentos complementarios a esta edad. Por  eso es llamada según el citado Psicoanalista, Sigmund Freud, etapa sádico-oral o canibalística.
               Como padres, debemos estar atentos del  cómo vamos a llevar esta etapa, que es fundamental para el desarrollo sano, tanto socioemocional como de identidad sexual en nuestro bebé. En otras palabras, cómo transcurra esta etapa, nuestro aporte  y todo lo vinculado a la oralidad estará marcado por el placer o displacer en la adultez. Por ejemplo, diversas transformaciones positivas se pueden observar: desde chuparse el dedo hasta la degustación de algún manjar; del balbuceo al mejor discurso universitario, y también la capacidad de expresar palabras de amor o el beso más intenso a la persona elegida por él. Sin embargo, está la otra cara de la moneda, las transformaciones negativas: la fijación oral se traduce en las adicciones: alcohol, cigarro, obesidad o drogas; así como también la expresión de ira y agresión que se albergan en el alma.
               Nuestro pequeño científico irá perfeccionando el uso de su preciado instrumento de investigación, sumando a su archivo de memoria todo aquello que encuentre a su paso y lo va integrando a su propio yo como una parte del todo, o mejor dicho, de ese nuevo mundo al que ha llegado. Esta experiencia sensorial que disfrutará al máximo le ayudará a almacenar, procesar y acceder a la información cada vez que lo requiera, y con ello  va aprendiendo a vivir, sobrevivir  y  convivir alimentando su existencia en sociedad.
               El rol del padre y la madre durante esta etapa, entonces, será crucial. Apoya a tu bebé, invítalo a experimentar, estimula ese aprendizaje sanamente, en un marco de seguridad y confianza, pero a la vez divertido y motivante, respetando  los intereses, necesidades y desarrollo individual de tu hijo.  Recuerda que cada bebé es diferente en su desarrollo evolutivo, seamos respetuosos y garantes de una sana evolución en esa pequeña persona a la que debemos descubrir y moldear en positivo.
Bibliografía consultada:
Trabajando con los más jóvenes del planeta.
Capítulo I: Aprender a existir. Origen y evolución de la psique.
Por: Dalila Irizarry de Díaz
Editorial Larense
UNIMET

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